viernes, 4 de marzo de 2016

Primero entender, después favorecer el cambio

Es increíble cómo todavía tengamos que luchar por nuestra propia seguridad, sí, me refiero a todas las mujeres que nos encontramos aquí, empiezo a escribir ésto para desahogarme un poco de todas las cosas que tenemos que ver y soportar diariamente, porque es una lucha de todas, no sólo de unas pocas...Y es cansino observar cómo permitimos nosotras mismas que se nos imponga y se nos haga ver cómo vivir nuestra vida, desde como pensamos hasta como deberíamos actuar; parece que es culpa nuestra, absolutamente no lo es, no es culpa nuestra que nos ocurran cosas que sólo se les ocurriría hacer a un enfermo mental (por desgracia todos sabemos que tipo de cosas), me refiero que a que sí es culpa nuestra dejar que nos definan y nos limiten, que nos digan que es lo que se lleva de moda, que hayas hecho caso a todas esas veces que te decían que eres frágil, que lo que ibas a hacer era peligroso y sobretodo a dejar de escucharte, de hacer caso a lo que sientes, a tu pasión, por lo que te hayan enseñado... Porque sabes qué, que hasta  he llegado hasta dudar de mi sexualidad porque no cumplo con el estereotipo de chica que únicamente se preocupa de verse bien maquillada y delgada; sino me encanta verme fuerte, que puedo con todo lo que se me presente delante y sobretodo empoderada por mis ganas, por mi optimismo, por mi esencia, por mi pasión...

Mentiría si no dijera que en algún momento, por no decir, últimamente he dejado que esas situaciones me superen y dudar de mi misma, obviamente lo he hecho; pero ya que me he dado cuenta no voy a permitirlo más, ésto que estoy escribiéndo no va dirigido a nadie en particular pero a todos en general, no quiero que se interprete que estoy en contra de los hombres porque para nada, he de decir que me encantan ya que estamos, pero si quiero que todas las personas que lo puedan leer tengan claro, que antes que un género, somos personas, que parece ridículo tener que recordarlo, que tenemos sueños, pasiones, sentimientos, somos más que un maniquí (aunque muchos no puedan creerlo), por eso lo que si me gustaría es que todas las mujeres que puedan sentirse identificadas que cambien su punto de vista sobre ellas mismas y sobre las demás, olvídense de pensar como reivindicar su realidad de mujer con grandes actos y limítense a reivindicarse como persona con pequeños actos viviendo su vida como les de la real gana, que demuestren lo maravillosas que somos sin esperar nada a cambio, sólo sintiendose feliz de haber nacido mujer, que no es poca cosa.

Lo que veo es que nos han confundido tanto que para vivir tenemos que esperar a que se nos den consejos, a leer libros de autoayuda, o las mil historias que continuamente nos estampan en la cara, y te vas dándo cuenta que quién haya montado todo ésto que se supone que es la vida, ha sido o muy inteligente, o nosotros muy tontos ya que estamos, porque si estamos aquí independientemente de que seas mujer u hombre estás para hacer el mundo un poquito mejor, y no hay nada que pueda definirte, no hay nada que pueda limitarte (ni siquiera tú mismo); que dejemos al otro hacer su vida, vivirla como quiera, como le apetezca, que no somos nadie ni para juzgar ni para castigar y que en lugar de ir juzgando a todo al que tengamos alrededor aprendamos a querernos a nosotros mismos primero, porque esa es la GRAN ENFERMEDAD QUE ESTAMOS PADECIENDO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario